martes, 24 de febrero de 2009

diario de un vago

24 de Febrero de 2009

Querido diario. Hoy me he levantado tarde y... casi no me ha dado tiempo de hacer nada. Por eso escribo poquito. Mañana, haré el doble.

los problemas del primer mundo

Calvicie prematura. Depresión. Eyeculación precoz. Ansiedad. Estress laboral. Vergüenza patológica. Pies planos. Acné juvenil. Síndrome de falta de atención. Bulimia. Anorexia. Adicción al trabajo. Alergia a los gatos. Caspa. Síndrome del controlador aéreo. Desamor. Aburrimiento patológico. Falta de apetito sexual. Miedo a volar. Chocoholismo. Síndrome post-vacacional. Vigorexia.Depresión Navideña. Paruresis. Insomnio. Onicofagia. Compra compulsiva. Vista cansada.Pánico escénico. Hastio primaveral. Ablutofobia. Y un largo etcétera....

Estoy harto de los problemas del primer mundo. Problemas estúpidos pero problemas al fin y al cabo. Problemas que aparecen en el mismo momento en el que dejamos de tener problemas. Problemas que acaban con la felicidad de las personas que habitan el privilegiado primer mundo. Mierda. El aire es oxígeno, nitrógeno y... problemas. Estés donde estés. Sean graves o leves. Siempre problemas.

sábado, 21 de febrero de 2009

obsesión mortal


Pienso constantemente en ti. En el metro pienso en ti. En la ducha pienso en ti. En el trabajo pienso en ti. Viendo porno pienso en ti. En cualquier lugar pienso en ti. Hago de todo por ti. Pregunto por ti. Hablo de ti. Me sacrifico por ti. Lloro por ti. Me alegro por ti. Entristezco por ti. Me despierto sin ti. Me voy a dormir sin ti. Me obsesiono por ti. Vivo por ti. Y me muero sin tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

un accidente cualquiera

El otro día un tren me pisó el pie. Estaba despistado mirando la sombra de un satélite y no miré al cruzar.
La ambulancia se me llevó entre cantos de sirenas. En el hospital me pusieron un excelente en cirugía: Diez puntos. La enfermera me besó toda la noche hasta que desperté del sueño. A los tres días me dieron el alta pero me dio el bajón. Al llegar a casa me deprimí y me escurrí por el desagüe de la ducha. Después de un "Dragón Khan" de cañerías, acabé en el mar rodeado de peces que hacían la ola. Sentí el desahogo de la soledad. Nadé como un nadador durante siete jornadas, siendo el siete un número simbólico. Llegué a la orilla de una playa y me hice el muerto. Más tarde me hice el resucitado. Luego aprendí a hacer fuego, a hablar con las piedras y a retocar en Photoshop. Por la noche un indígena llamado Jueves me preguntó qué tres cosas me llevaría a una ciudad abarrotada de gente. No supe que contestarle. Me retiré a mis aposentos y me dejé llevar por la corriente hasta que me electrocuté. A la mañana siguiente, una ligera brisa hacía girar la tierra o era la tierra que al girar levantaba una ligera brisa. Me quedé observando la sombra de un satélite y un tren me pisó el pie.

sábado, 14 de febrero de 2009

Especial San Valentín

http://www.mis-bombillas.com/Mis-Bombi-Web/Foto-des/Chi-Neon-Parp-220.gif

Ha llegado el momento de pedirle a Dios un deseo. Salgo de casa y me voy a la catedral de Barcelona. Yo no creo en Dios pero todo el mundo sabe que si pones una vela en una catedral y pides un deseo, el deseo se cumple. Sea lo que sea. Y aunque no crea en América me hincho a tomar Coca-Cola, y aunque no crea en el capitalismo me encanta gastar en el Fnac, y aunque no crea en Dios, le pido deseos...
El interior del templo está abarrotado. La gente hace fotos fascinada por cualquier rincón gótico. Hay turistas por todos lados. Pero... no hay velas. ¡Argh! han sustituido las velas por bombillitas en forma de vela. Eso no se hace. Un deseo tiene que arder en una vela. ¿Quién habrá tenido una idea tan feliz? Pedir un deseo con una bombilla es como envolver un regalo en papel de plata para bocadillos, o celebrar el fin de año con 12 puñaladas....
Aunque bien pensado que más da que arda un cordelito o un filamento eléctrico. Lo importante es (como diría algún libro de autoayuda barato) que uno lo pida de todo corazón.
Ahora tengo que decidirme. ¿A quién le pido el deseo? Hay unas cincuenta imágenes de santos, vírgenes y cristos en la catedral y delante de cada una hay una máquina con bombillitas para pedir deseos. La oferta es abrumadora. Puedo pedir deseos hasta que me harte. Pero yo solo quiero pedir uno...todo el mundo sabe que los deseos cumplidos son los que te hacen llorar. Y eso lo decía Santa Teresa de Jesús que de estas cosas sabía un montón.
Dudo entre la virgen de Montserrat que me cae bien porque es africana o Santa Rita la patrona de los imposibles. Pero finalmente me decanto por una imagen de Jesús. Supongo que todo será más fácil si se lo pido al hijo del tío que lo controla todo, ¿no?
Allí está: el Cristo de Lepanto. Un cristo cojonudo. La leyenda cuenta que esquivó una bala de un turco infiel y malote, en la guerra de Lepanto. La esquivó siendo una estatua. No está mal. Por eso el Cristo está con la cintura torcida. Es un milagro y yo necesito un milagro. Me acerco a las bombillitas e introduzco la moneda de 20 céntimos. Se encienden cinco bombillitas. ¡Cinco! ¡Qué bien! ¡Están de oferta!
Ahora es el momento de pedir el deseo. Miro cara a cara a Jesús. Jesús me mira. Una gotita de sangre cae por su mejilla, una gotita de sudor cae por la mía y le digo en pensamientos: - ¡Ey! Por favor. Deseo que ella no me odie. -
Salgo del templo decepcionado. Miro hacia atrás y veo la catedral en obras con un enorme cartel de Telefónica que me impide ver la fachada. Me paro a pensar. ¿Cuándo empezaron a cambiar las cosas? ¿En qué momento todo empezó a ir mal? ¿Será como dice James Holden, que los idiotas están ganando? Y pienso en mi deseo. Pienso en el tipo de burocracia que rige el mundo e impide que haya velas en una iglesia. Y pienso en el odio inflexible. En el desamor y en las plegarias desatendidas. Me imagino a Dios escuchando los lamentos de millones de mortales; en su despacho con vistas a la tierra, con los pies sobre la mesa. Mientras murmura: "la culpa es vuestra, jodidos humanos...". Y lo peor es que tiene razón. Luego pienso en ella y en la dureza del desamor. En el peso de la ausencia. Y en los tiempos felices. Y lloro en mitad de la calle como un condenado. Un avión cruza la barrera del sonido. Los satélites emiten millones de canales. El mundo se va a la puta mierda. Y encima, es San Valentín. Tiene cojones...

víctimas

Hay dos modernos bailando en el RazMatazz y uno le dice a el otro: - Oye, ¿esto que suena es Lindstrom, verdad? -
- ¡Qué va! No ves que es Midnight Juggernauts.-
- ¿ Pero qué dices descerebrado? ¿no ves qué es Lindstrom? -
- No tio, no. Esto es Midnight Juggernauts. Te lo juro por mi Mac.
- No. Perdona pero es Lindstrom. No ves que "suena como un homenaje total a un sonido y a una época: lo que pasa es que hay que ser cómplice del juego para disfrutarlo. Básicamente porque el disco no da respiro, y como aquellos discos progresivos y galácticos de entonces no abjura del silencio. Quien no lo entienda, quien no pille la alusión y el juego de espejos, es un pasajero no deseado para este viaje. Es una apuesta a todo o nada, y por tanto va a tener a los detractores de cualquier insinuación cósmica en su contra y sólo a la guardia pretoriana de la electrónica primitiva a su favor."-
- No. No. Lo siento pero no estoy de acuerdo. Esto es Midnight Juggernauts, "un disco de rock hecho con máquinas. Un disco que recupera y actualiza el legado del pop más aventurero de la década de los setenta. De ahí salen los puntos fuertes de la banda, que puedes escuchar, los exuberantes excesos sintéticos, las cuidadas arquitecturas vocales, los estribillos pegadizos, la divertida estética retrofuturista y un ramillete de hits incontestables, plagados de referencias cósmicas, sintetizadores analógicos y aires disco. Dystopia, el álbum, ha petado en los clubs indies. Que lo sepas."
- Pues no estoy de acuerdo... ¿sabes qué? vamos a hablar con Dj. Amable que es quién está pinchando y que nos diga que es.-
- Buena idea. -
Los dos modernos suben a la cabina de Dj. Amable que les dice:
- Pero quién coño os habeís creido cabezas huecas de mierda. Dejadme en paz. No veis que estoy pinchando, gilipollas. Además, capullos, esto es Wolf Parade, "un disco grabado en la iglesia/estudio propiedad de The Arcade Fire. Su evangelio lo componen la falsa ingenuidad de Jan & Dean, el pop lleno de aristas de Daniel Johnston y lo más incomodo de Architecture in Helsinky. Pasando por el progressive rock, los Television más oscuros y unos Ride atlánticos."
Y ahora iros a la puta mierda y dejad de comerme la polla.-
Los dos modernos se van a la barra y se piden dos Bombays con tónica. Abatidos, uno le dice al otro: - Joder, toda la semana estudiando para nada. -

Nota: Textos técnicos extraidos de la revista Go Mag.

sábado, 7 de febrero de 2009

el extraño caso del hombre que se cansaba durmiendo (minirelato III)

Cada mañana abro los ojos y en lugar de sentirme repleto de fuerzas me siento derrumbado, lleno de "ays" y "uys", con la cabeza embotada y el estómago revuelto... Levantarse es un suplicio para mí. Soy una persona sana y equilibrada: No fumo, no bebo, hago ejercicio y me acuesto pronto. Preocupado, le pido la opinión a mi médico de cabecera. Después de una inspección apurada no ve nada fuera de lo común y me receta Noctamid 1g. para dormir. Pero las cosas no mejoran. Ahora soy adicto al Noctamid 1g. pero igualmente cada mañana me levanto en condiciones lamentables. Estoy más fatigado que si no durmiera y me desespero. Un día un amigo mío perspicaz y original a la par, me comenta que ha leído en un "Muy Interesante" que algunas personas son abducidas por extraterrestres mientras duermen.
Es una posibilidad, un rayo de luz, algo de esperanza. ¿Pero por qué no recuerdo nada? Porque los extraterrestres borran tu memoria. ¿Y qué hacen conmigo? Experimentan con tu cuerpo para investigar a la raza humana. Su funcionamiento, sus limites, sus posibilidades... Pienso. Y todo encaja.
Decido grabarme en vídeo mientras duermo. Así pillaré a los extraterrestres en plena faena. Instalo la cámara y me duermo. A la mañana siguiente me levanto otra vez destrozado pero animado para ver la cinta. Estoy acongojado pero tengo que enfrentarme al miedo para conocer la verdad de mi extraño caso. Rebobino la cinta, aprieto los dientes y le doy al "play". Allí estoy, durmiendo tranquilamente. Algún ronquido, pero ningún extraterrestre. De repente al cabo de dos horas me levanto de la cama, me visto y salgo por la puerta. Aquello me deja helado. Hasta al cabo de siete horas no vuelvo a entrar a la habitación. Me desnudo, guardo la ropa y me meto otra vez en la cama. ¿Adónde he ido? ¿Soy sonámbulo? ¿Estoy enfermo?
Después de mucho pensar decido ir a una tienda de espías y compro una microcámara que instalo en el colgante de un collar que llevaré mientras duerma. Así cuando me despierte grabaré a dónde voy. Esperanzado por conocer el misterio me voy a dormir pronto. A la mañana siguiente mi cuerpo está molido pero albergo esperanzas de que sea la última noche que esto ocurra. ¿Qué misterios desvelará la cinta?

Le doy al play. Durante una hora tengo un plano subjetivo de mi habitación. Estoy durmiendo pero, casi de un sólo gesto me despierto y me visto. La cámara graba todo lo que hago: Salgo de la habitación. Bajo las escaleras de mi casa y cojo un taxi. Llego al centro y entro en un local. Es un burdel. Un par de chicas de buena vida se acercan a mí. Pido tres copas y me acuesto con ellas. Luego me voy a una discoteca a bailar y a beber gintonics. Me meto en los lavabos y esnifo cocaína y consumo pastillas en forma de corazón.Vomito en la calle y me peleo con un turista. Una prostituta callejera me convence de subir a un hotel. Luego cojo otro taxi y vuelvo a casa. Me desnudo y me meto en la cama una hora antes de que suene el despertador.
Me quedo patidifuso. ¡Es increíble! Ahora entiendo el cansancio y el dolor de cabeza y los problemas de barriga. Me siento en el borde de la cama totalmente abatido, luego maldigo en voz alta: - ¡Malditos! ¡Malditos extraterrestres!

miércoles, 4 de febrero de 2009

La extraña visita

Mi casa. Son las ocho menos diez. Un día lluvioso enmarca la escena. Llaman a la puerta. Abro. Un extraño personaje con un mono azul marino me mira cargado con una maleta. Yo pienso: ¿O va disfrazado o se ha escapado de casa? Él sabe exactamente quien es y lo que tiene que hacer: - Inspección del gas. -
¿A las ocho de la tarde? Digo en voz audible. Se ofende. Hemos empezado mal. Mi duda es una exhibición de irresponsabilidad y mala gestión a parte de una demostración fehaciente de que lo importante para este señor no lo es para mí. - El cartel en la portería lo pone bien claro, la revisión se efectuará de 4 a 8 de la tarde - ¿Qué cartel? ¿Qué portería? La burocracia técnico profesional entra con orgullo en mi casa y como si hubiera inventado las puertas, se introduce en mi cocina como un gol entre las piernas. Es un topo sabueso, canoso, linfático y nervioso. Es decir: un profesional. Aquí no hay tiempo que perder. - Ya querría yo haber "plegado" antes - rechina quisquilloso - pero trabajo hasta las ocho. ¿Dónde está el calentador? - dice mientras se encuentra de cara con el calentador. - Vamos a revisar, según las normas de la compañía que su instalación no sea peligrosa. El gas es peligroso. Calienta tu agua, limpia tu ropa... pero es peligroso. -
El hombre-ratita cierra la puerta de la cocina y nos quedamos dentro.
Sin ningún pudor mi nuevo amigo lampista desmonta el calentador en tres movimientos y deja al aire el esqueleto interno de la máquina. Por primera vez en mi vida siento pena por mi calentador. El hombre-topo abre al máximo el grifo de agua caliente. El calentador se pone en marcha con un estrepitoso fogueo: Siete hileras infernales arden enloquecidas a máxima presión. El agua rompe contra un montón de platos sucios y salpica toda la cocina. Tengo que apartarme para no quemarme. Luego, como si fuera la cosa más normal del mundo, mi amigo-técnico-inesperado enciende a máxima potencia el extractor de humos que hay encima de los fogones de mi cocina.
Mi cara de susto le obliga a darme una explicación: - Tengo que comprobar que el extractor de la cocina no le quite fuerza al calentador del agua y por lo tanto el calentador no tenga fuerza para eliminar los gases quemados. Y los gases quemados son otros gases peligrosos y encima inútiles que hay que eliminar por completo. Todo esto según la nueva normativa, claro. –
Asustado, veo como el vapor del agua llena la cocina como si fuera una sauna. El extractor ha llegado a su máximo rendimiento y el calentador es un ejército en llamas. La cocina se convierte en la sala de máquinas de un transatlántico. El hombre vigila un extraño aparato que nos dará la respuesta. Son las ocho y dos minuto. ¿Es esto legal? ¡En la portería hay un cartel que dice hasta las 20 horas! Empiezo a pensar que he caído en las trampa de un lampista psicópata que después de haber matado a doscientas amas de casa se suicidara en mi pequeña cocina… Cuando el vapor impide apenas vernos el "lampista en la niebla" dice: - ¡Correcto! – Menos mal... Ya decía yo que mi calentador era el mejor. El hombrecillo me corrige: – Lo que yo decía es correcto. El calentador está mal. – Mierda este tipo es un cínico. Disfruta encontrando errores absurdos en calentadores ajenos. Para él, lo correcto es que esté mal. ¡Dios! ¿Cobrará comisión por los calentadores “correctos” o es vocación? - Antes estaba bien pero ahora con la nueva normativa está mal. Muy mal. - ¿Muy mal? - Orgulloso me enseña una medición en el aparato y me explica otra vez lo mismo: - La extracción de humos hace que el calentador no extraiga los gases quemados. Tiene que llamar a el fabricante del calentador - ¿Qué fabricante? - y ellos le mandarán un técnico que le instalará un pequeño extractor que eliminará los gases quemados incluso cuando el extractor de humo este en marcha simultáneamente. Tiene usted cinco meses. Pero tenga en cuenta que está usted viviendo fuera de la norma establecida.-
Rápido son las ocho y doce minutos. Un papel rosa, uno verde. Este para el fabricante, este para ti. Y otro papel a rellenar por el técnico del fabricante cuando todo este arreglado y que luego tiene que enviar a la compañía del gas. Antes no existía esta norma pero con la nueva normativa hay que acatar la nueva normativa. - ¿Pero esto me va a costar una fortuna?-
La pregunta rompe el molde y por primera vez el pequeño hombre del mono me mira a los ojos, directamente, sin pestañear: – Todo cuesta dinero, muchacho. Todo cuesta dinero.- Luego se ríe como un muñeco de feria... Creo que ha tenido un orgasmo.
Gracias. No más bien muchas gracias. Adiós, muy buenas tardes. Buenas noches. El pequeño pitufo-lampista se escurre de prisa de prisa. No hay tiempo es muy tarde. Abre la puerta por el lado equivocado y yo le hecho de casa por el correcto. ¡Bum! portazo. Desasosiego. Oigo al gremlin subir las escaleras y llamar al vecino de arriba. Son las ocho y veinte. Misma función. Uno tras uno. Casa tras casa.
Para no llorar pienso en las playas de Brasil, en prados verdes, caballos que corren desbocados, el sol y las montañas nevadas en un día de verano, pero sigo angustiado, así que pienso en tus tetas, tu culo respingón y en tu triángulo rasurado. Pienso en tu cara de éxtasis cuando te la meto por detrás, en la ducha, rodeados del vapor y agua caliente....Y ahora sí.
De un gesto tiro todos los papeles a la basura, miro con complicidad al extractor y al calentador que respiran aliviados y digo en voz alta: ¡Correcto! Los tres nos reímos durante más de media hora.