jueves, 10 de octubre de 2013

Dias extraños.




Llaman al teléfono. Soy yo.

-¿Hola?
- Soy yo.
- ¡Ah! ¡Eres tu!
- Sí, soy yo.
- Perdona, pero yo soy yo y tú eres tú.
- Te equivocas yo soy yo y tú eres tú.
- No tengo ganas de discutir. ¿Para que me llamas?
- Te llamaba para advertirte de quiero tener una parte del pastel de todo lo que estás consiguiendo.
- Te advierto que no te voy a dar nada porque me lo he ganado yo, con el sudor de mi frente.
- Tengo que decirte que tu no has hecho nada... que he sido yo el que lo ha conseguido todo.
- Odio la gente egocéntrica. La gente que sólo piensa en su propio beneficio. Odio los trepas.
- No soy un trepa. Solo quiero mi parte.
- NO. Reconozco que hay una parte infinitesimal que puede que sea tuya pero en la parte principal de todo: es mía.
- No puedes quedarte  la mayor parte porque yo fui quien se inventó todo, yo fui quien se encargó de todo, yo soy el verdadero creador.
- No... Yo me lo merezco todo.
- NO! ¡Me lo merezco yo!
- ¡Yo!
- ¡YO!

Cuelgo.
Admito que estas conversaciones me resultan de lo más violentas. Yo no soy así. Yo no pienso en la fama y el dinero. Yo soy una persona humilde y hago las cosas sin esperar nada a cambio yo nunca me arrastraría para conseguir la aprobación de los demás. Me basta con saber que yo he echo las cosas. Yo con eso ya soy feliz. Yo soy perfecto. Yo soy intachable. Yo soy el mejor.

Llaman al teléfono de nuevo.

- ¿Sí?
- Soy yo de nuevo.
- ¿Otra vez?
- Te llamaré tantas veces como sea necesario. 
- Eres patético.
- Quiero mi parte. Me lo merezco.
- No. No te mereces nada... 
- Yo nunca te haría esto.
- Yo no te he hecho nada.
- Sí que lo has hecho. Tú... Tú... eres lo peor.
- ¡Olvidame! Déjame en paz. Aléjate de mi vida. Eres como una sanguijuela.
- ¡No! Eres tú el que se aprovecha de mí. El qué me copia, el que se sube a mi chepa, el que se viste de mi para bailar al son de mi música.
- ¡NO! Eres tú el que me insulta, el que se ríe a mis espaldas, el que me imita, el que me suplanta, el que  tiene la culpa de todo.
- ¡NOOO! ¡La culpa es tuya!
- ¡Qué vaaaa! La culpa es tuya!

Cuelgo el teléfono. Estoy harto de mí.