domingo, 30 de junio de 2013

Los fallitos de Dios (Dios no debería llevar mayúscula)



Mientras me corto los pelos de la nariz empiezo a pensar en Dios. ¿Quién es?

La tendencia ha sido, generalmente, buscar a Dios en la perfección. Alabar sus creaciones perfectas: La física cuántica, los números primos, los amaneceres , el trasero de una mujer...  Hemos intentado reconocer a nuestro creador en sus aciertos, en sus "hits, pero de esta forma hemos colocado a Dios en un altar y nos hemos alejado de él y de la posibilidad de conocerlo de tú a tú. Pero realmente Dios está en todas las cosas (lo siento por él) y allí es dónde se ve más claramente la mano de Dios: En los errores.

LOS FALLITOS DE DIOS

El universo: Una superficie de billones de metros cuadrados, con billones de planetas. En ella, que yo sepa,  solo una ínfima bolita azul contiene vida. Supongo que Dios tuvo un error de planificación. Empezó escogiendo el tamaño de un lienzo exagerado y luego se dio cuenta de que llenarlo era un trabajo terrible. Es muy propio de personas con poca madurez laboral, imaginar grandes proyectos que luego no pueden acabar como habían pensado desde el principio.

Después del día viene la noche y después de la noche viene el día... y después.... otra vez la noche. Un viejo truco de programación.  Como en esos videojuegos en los que llegas al final y vuelves a la pantalla del principio. Eso no es un videojuego infinito, esto son dos miserables pantallas. Pues si se fijan todo el universo se estructura con dos pantallitas de nada. El bien y el mal, arriba y abajo, hombre y mujer, vivo y muerto. Así cualquiera hace las cosas a lo grande.

La falta de sistemas de seguridad para disimular la casualidad.  ¿Cuantas veces se le ve el plumero al universo con esas casualidades estúpidas que no tienen sentido? Como puede ser posible que siempre llueva cuando lavo el coche, o que me encuentre a mi exnovia el día que voy a cenar con una nueva amante, o que la mujer que se quemó en una entidad bancaria en Valencia para protestar por el embargo de su casa se llamara Inocencia Lucha... 

Por no hablar de la cantidad de cosas inútiles que hay en el mundo. Por ejemplo, se calculan que hay 750.000 especies de insectos distintas catalogadas por la ciencia. ¿Para qué? En que momento Dios se obsesionó de una manera tan exagerada en la creación de insectos. ¿Qué función tienen en el universo ? ¿Para qué crear más de 1000 clases de insectos? Sólo un desorden mental muy agudo puede tener un sistema creativo tan desproporcionado. En lugar de esto no podía Dios crear otros animales más útiles... Como el pollo con siete pechugas o la vaca que en lugar de leche ofrece champagne francés o el chimpancé que va a trabajar para ti...
Por no hablar de las millones de enfermedades catalogadas. Era necesario crear el síndrome de Prader Willi, la enfermedad de Moebius, la progeria de Hutchinson-Gilford... ¿En serio, era necesario? 
¿Es indispensable que en este universo existan las manchas de desodorante, los granos en la pubertad, la tiña, la resaca, las boqueras, el polvo, la alopecia, el sobrepeso, el aburrimiento, el dolor menstrual, los malditos pelos en la nariz...? Caprichos sin sentido en un mundo sin sentido que podría tener cosas como las vidas infinitas, el botón de pausa, el botón de rebobinado, el alimento que no engorda, la borrachera sin resaca, la lluvia de Cocacola, la visión de rayos X, la levitación voluntaria, el multiorgasmo sin esfuerzo, ... ¡Qué pena!

Otra limitación, que delata un creador algo descuidado, es el poquísimo ancho de banda que hay en la vida. Buscas una palabra en el diccionario al azar: "Fetén". Al cabo de unos días no paras de oírla por todos lados. Aunque vives en un planeta habitado por 6.658.398.000  personas, vayas a donde vayas siempre te encuentras a alguien que conoce a alguien que conoces, si piensas en una canción esta suena por la radio, a medida que creces te pareces más a tus padres los cuales ya se parecían a tus abuelos que a su vez ya se parecían a tus bisabuelos en un árbol de fotocopias genéticas sin ningún valor... Mucha repetición, poca información, poca memoria RAM, esa es la verdad.

La dichosa evolución es un invento magistral pero es indescriptiblemente lenta. Se tardaron millones de años a conseguir que el hombre pasara de ir a cuatro patas a erguirse y caminar de pie. ¡Millones de años!  ¿Porqué no evolucionamos cada semana? No se dió cuenta Dios que siendo la evolución tan extremadamente cachazuda  ninguno de nosotros disfrutaría de ninguna mejora de nuestra especie. Se tardarán miles de generaciones a conseguir poderes psicomentales, cuerpos evolucionados para sobrevivir en las grandes ciudades y por supuesto un dedito más pequeño, ágil y rápido para escribir en el whatsup. Para entonces, ya será demasiado tarde.

Y la gran limitación definitiva: Todo significa todo. Usted levanta una carta del tarot y esa carta significa millones de cosas. Significa tantas que finalmente usted puede leer el mundo en esa carta. ¡Pues vaya comodín! Si todo significa todo, si todo es una metáfora de todo, en realidad todo es nada y nada es todo. ¿Me siguen? 

Por no hablar de la falta de un libro de instrucciones,  un tutorial,   una garantía,  un servicio técnico, un teléfono de atención al cliente, un buzón de sugerencias...

Viendo estos y otros defectos, me atrevo a hacer:

EL PERFIL PSICOLÓGICO DE DIOS

Se trata de un sujeto inestable, seguramente adicto a las drogas, con una gran capacidad creativa pero a la vez con muy poca capacidad de concentración. Digamos que es posible que Dios tenga un déficit de falta de atención (TDAH), y que sufra de trastornos obsesivos, así como delirios de grandeza que le ofuscan y le incapacitan para una creación con garantías.  En general el carácter de Dios se dibuja como un carácter holgazán, con tendencia a la procastinación, un carácter que viene comúnmente muy ligado a personas cuya infancia ha sido demasiado fácil o en la que no se les ha privado de nada y por lo tanto no conocen el esfuerzo. Digamos que Dios, como buen hijo único que es,  lo ha tenido todo desde el primer día y no esta acostumbrado a trabajar duro. Fijense que en algunos libros sagrados se dice que con seis días de trabajo Dios creó el mundo. ¡Seís días miserables, para crear todo un universo! Y encima el muy vago, descansa el séptimo.  Una persona trabajadora estaría algunos días, incluso meses perfeccionando un universo. ¿No creen?  A mi modo de ver, una terapia cognitiva, mezclada con potentes fármacos como el Ritalín, podría subsanar algunos de sus trastornos de personalidad pero también creo que eso no arreglaría nada de nuestro mundo. Un mundo que habría que confiar a otro Dios, aunque ahora mismo no creo que haya ninguno capacitado para arreglar semejante desaguisado.

Miro mis fosas nasales. Han quedado perfectas. Ningún pelo. Limpio la maquinilla y cierro la luz del baño. Fetén.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Fantástico & Sensacional !