lunes, 7 de marzo de 2011

Conversaciones con mi pene (I)



Su beso de despedida sabe a resaca de ginebra. Esto ha sido todo. Ni un teléfono, ni un nombre para el Facebook. Una noche de sexo y complicidad es suficiente. Salgo a la calle, la luz del sol deja mis ojos como dos huevos fritos y mi pene empieza a quejarse con voz de pito:

- Se podría fabricar una bombilla que durara toda la vida. ¡Toda la vida! Pero claro, eso no sería beneficioso para la industria.
- No seas un rabo pesado. No empieces con tus filosofías de saldo.
- Así que las empresas fabrican bombillas programadas para durar entre 1000 y 8000 horas.
- ¡Cállate!
- Epson, por ejemplo, pone un chip en sus impresoras para que cuando hayas imprimido un numero X de copias las impresoras se bloqueen, sean inservibles y tengas que comprarte otra.
- Mira pene mío: No tengo ganas de escucharte. En serio. La gente me mira. Se piensan que estoy loco, que hablo solo. Así que cállate.
- Cuando compras una camisa del Zara o del H&M ya sabes que no va a durar más de cinco lavados. Pero bueno, es barato, bonito y dura lo que dura la moda. Vivimos rodeados de obsolescencia programada. Nos hemos acostumbrado a que las cosas no duren nada. Ni siquiera nos enfadamos cuando algo se estropea. No lo reparamos, lo tiramos y compramos otras.
- ¿Te aprieta el pantalón o qué te pasa? ¿Por qué no chapas la boca?
- Compramos y tiramos en la misma proporción. Las cosas duraderas ya no existen. Ni los muebles duran para siempre.
- ¿Se puede saber a dónde quieres llegar?
- A la obsolescencia programada del amor.
- ¿Qué?
- También le llamo consumismo del amor.
- Pero...
- Te cansas de las personas con las que te acuestas justo después de acostarte. Si encuentras a alguien especial, te dura un par de años. Claro que no puedo culparte. Cambias de sistema operativo cada dos años, cambias de ropa cada temporada, cambias de formato para ver pelis cada año, cambias de móvil cada año... Estás acostumbrado a la novedad, a estrenar, a desear y a obtener constantemente; si la cosa no funciona la desechas, no pruebas a arreglarla, ¿para qué? el mercado esta lleno de cosas nuevas y buscas otra y otra en cada momento. Y haces lo mismo con el amor.
- ¡Te quieres callar, maldita polla!
- No digo que sea mejor ni peor. Tus padres tenían cosas que duraban para siempre como esa radio en casa de tu abuela y su amor también era para siempre...
- ¿Qué quieres? ¿Qué te ponga un condón? ¿Qué me acueste con abuelas? ¿Quieres que practique zoofilia? ¡EH! ¿Qué quieres que haga para que te calles?
- Zoofilia, no... por favor...
- Entonces cállate o te meto en algún sitio que ni te imaginas....
- No... no.. ya me callo...
- Asi me gusta...
- Pero esta ultima chica era muy maja. Nos miraba de una manera especial y...
- ¿Zoofilia?
- No... no... ya me callo.
- Maldito pene. ¿Qué te has pensado, que soy de los que piensan con la polla?
- Lo siento.
- A callar.
- ....



Ilustración Peter Ink

4 comentarios:

meri dijo...

joder ya, es horrible!!!

Roger Torras: dijo...

Enorme!!!!!!!!!!!!

Anna dijo...

molt actual..., m'encanta!, espero el (II) ben aviat.

Lucas elkoalapuesto dijo...

jajar

muy bueno!

abrazo