viernes, 19 de diciembre de 2008

el quimérico calzonazos (minirelato I)

Nuestro protagonista está casado desde hace tres años. Desde ese día, él y su mujer son inseparables y sus amigos notan enseguida como se aleja de sus vidas. Ya no puede salir a tomar copas, ni ir a bailar ni por supuesto flirtear por ahí en busca de algún ligue. También en el trabajo advierten que ya no hace horas extras y se marcha puntual cada jornada alegando que su mujer le espera en casa para cenar o para cualquier otra cosa. Es un hombre casado y en cualquier ocasión enseña el anillo para justificar su ausencia o su falta de atrevimiento. "¡Ay! mi mujer no me deja ni un momento libre, lo siento... "- suele decir resignado. Si se organiza algún acto social, fiesta, evento o celebración es el primero en marcharse si es que ha podido asistir. La gente le llama "calzonazos" a sus espaldas pero algunas mujeres, en silencio, envidian la exclusividad y atención que nuestro protagonista ofrece a su pareja. Ojalá sus maridos fueran iguales, ¡ojalá!
Lo interesante de esta historia es que cuando, nuestro protagonista llega a su hogar, la casa está vacía. Su mujer le ha dejado hace dos años. Pero la excusa para vivir tranquilo nunca ha sido tan perfecta.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

He de decirle que encontré su blog por casualidad hace ya alguna que otra noche de vigilia, y desde entonces no dejo de leer sus historias. Pero lo que me ha rematado hoy ha sido escuchar a Julio Iglesias en su repertorio de canciones. (Ya sólo falta Sarita, y le juraré amor eterno)

Anónimo dijo...

Casualidades de la vida, yo tambien he caido por aqui y apoyo a chica insomnio: Sarita! Sarita!

Henry Write dijo...

es realmente un placer encontrarse por aquí gente con tan buen criterio. !Sarita proximamente en este blog!