viernes, 6 de noviembre de 2009

Serial Killer


Aún recuerdo el momento. Metí a las pobres criaturas en una bolsa y la cerré con un nudo doble. Dentro se oían sus gritos desgarrados. Bajé a la calle escondido en la alevosía y la nocturnidad. Tiré la bolsa en un container de la esquina. Cerré la tapa y me fui corriendo sin mirar atrás. Cuando subía las escaleras de casa me sentía como un fratricida, un desconsiderado sin sentimientos. Habíamos pasado tiempos muy buenos y ahora las abandonaba , a su suerte,en un cubo de basura.
Volví atrás corriendo para recuperarlas... pero un gigantesco camión deglutía en sus tripas a las pobres víctimas que lloraban y gritaban aterrorizadas mientras eran despedazadas, aplastadas y trinchadas a sangre fría.
Al volver a mi hogar, miré mi estantería vacía. Me sentía solo y desamparado. Había acabado con todos mis VHS.
No era la primera vez que cometía un holocausto de tamañas proporciones. Mis diskettes (llenos de juegos) de 3,5 pulgadas, mis cassettes (llenas de música) y mi inseparable PC portátil con dos megas de ram y Windows 85 habían corrido la misma suerte.

No he vuelto a pensar en ello hasta hoy. Comprando DVDs en el Fnac descubro que la estantería de películas en (flamante) Blu-Ray ha crecido tres veces en tamaño respecto a la semana anterior. Me horrorizo y compro (para sentirme mejor) algunos Dvds con caja metálica y edición especial, aunque, en el fondo de mi ser sé que volveré a matar. Tarde o temprano el "Blu-rai, hache dé", el desarrollo industrial y mis ansias consumistas me obligarán a hacerlo.

2 comentarios:

S.I. dijo...

¿que coño es un blue-ray?

supongo que tiene sentido re-almacenar si juegas a videojuegos, porque "el televisor" para todo lo demás, ha cambiado.

en cuanto a tirar todo lo demás.. de aquí poco serán piezas de museo y la imagen de un vhs no la podremos reproducir digitalmente. propongo guardarlo en la casa de los padres, esos, los que sí tienen sitio. luego, los adoradores del vinilo, esos anticuados sentimentales, nos lo comparán en masa.

Jo Grass dijo...

Me troncho, he vivido esa situación con las cintas de "casette", con los VHS...reconozco que con los vinilos me dió pena y se los regalé al amigo de turno frikinostálgico que es capaz de dormir en el WC para dejarles a ellos su espacio.

Jamás había caducado todo tan rápido. Y lo de guardarlo en casa de los padres como dice Esther, pues no sé que decirte:
1. Están hasta los mismísimos de que utilicemos su casa como trastero ( aunque les sobre sitio)
2. Viven lejos. Trasladar mis cadáveres me resulta engorroso, si los llevo yo, o caro, si los mando, así que no hay tu tía: al contenedor y aseguir acumulando!, jajaja