domingo, 3 de enero de 2010

Viento Barroco



Llego a casa, cargado con bolsas llenas de regalos. Cierro la puerta a mis espaldas mientras refunfuño sobre lo absurdo que me parece la Navidad; de repente, una luz cegadora baña por completo el recibidor. Estoy estupefacto pero conviene mantener la calma; tarde o temprano tenía que pasar...<br><div style=">Ante mis ojos aparece una sábana blanca, flotando en el aire. Intento ver los cables que la sostienen pero es imposible, la cosa esta bien hecha. Me dejo llevar por la ilusión. Un rayo láser amarillo explota en mil direcciones y una música angelical empieza a sonar. Es Mozart. El Réquiem. Un poco tópico, ¿no? aunque los bajos, eso sí, retumban de maravilla. La tez pálida de una chica empieza a vaporizarse. Es bastante guapa y por un momento me recuerda a una actriz con la que ligue en un bar.... Una docena de palomas se proyectan en la pared volando a cámara lenta. Caigo de rodillas, no quiero desentonar en la función, y observo desde mi sumisa posición la increíble aparición de la Virgen.
La mirada extraviada hacía arriba, los brazos extendidos con la palma de las manos abierta, y sus pies flotando a dos palmos del suelo. De repente, me mira fijamente. No veo el momento de explicárselo a mis amigos.
La virgen me habla con un logrado efecto de eco, en Dolby Sorround Stereo:- Soy la Virgen María- Esta frase me parece obvia pero obligada. -Soy la madre de Dios, la madre de los cielos y he venido aquí a entregarte un mensaje de paz y amor.-
La cosa se anima. -Tienes que repartir el bien y creer en ti. No te dediques a las cosas mortales. Eso lleva el mundo al fin de sus días. Dedícate a lo único que es inmortal. Tu alma."
- Qué bonito, pienso, lo habrán sacado de algún libro de autoayuda, pero está bien escrito y el mensaje es claro.- La Virgen sigue magnánima - Y te preguntarás: ¿Cual es la manera de salvar tu alma?- ¡Qué bonita es la retórica! ¡Pues claro que me lo pregunto! - La manera de salvar tu alma es dedicándote a querer a tus hermanos, porque si quieres a tus hermanos quieres a Dios.- No está mal...-
- Ahora tengo que irme- ¡Vaya! ¡Qué corto! ¡Qué pena! ¡Con lo bonito que era..!
- Acuérdate... de ti depende tu alma. De ti depende ser inmortal.-
La luz multiplica su potencia y me deslumbra; casi no puedo mantener los ojos abiertos. Joder. Van a dejarme ciego... aunque reconozco que el efecto mola.
De repente. ¡Zas! Todo vuelve a la normalidad. Cuando puedo ver algo... ya no queda ni rastro de la Virgen, ni de las proyecciones, ni nada de nada.
Una voz me habla otra vez: - Ahora, vete a dar una vuelta y a empieza tu misión.-
¡Ja! ¡Qué listos! Así pueden recoger todas las cosas... Bueno, espero que lo dejen todo arreglado y me devuelvan las llaves del piso.
Salgo a la calle. Hace un poco de frió. Me siento realmente bien. La Virgen tiene razón. Tengo que alimentar mi alma queriendo a los demás... ¡Qué bonito mensaje! La verdad es que mi hermana tenía razón, valió la pena contratar una aparición Mariana; no es muy cara y me siento mucho más místico, bondadoso y conectado a mi espíritu. Realmente hay que ver para creer.

Una hora después llego a casa, ya no queda ni rastro del milagro. En la mesita están mis llaves. ¡Qué bien! Envuelvo, ilusionado, los regalos de Reyes con papel de Pocoyo y sus amigos, mientras silbo La Lacrimosa.
"Empijamado" me acuesto en mi cama y cierro los ojos. Aún sigo emocionado por la experiencia. Las luces, las proyecciones, el viento barroco... ¡Un momento! ¿El viento barroco? ¡No había viento barroco! ¡Yo llene la casilla de viento barroco! ¡Tenía un suplemento de 20euros! ¡Qué pena! ¡Vaya inútiles! Olvidaron el viento barroco... Mañana llamaré a la empresa, ¡Se van a enterar! Aunque me siento tan generoso que creo que les voy a perdonar. Ahhhh... el perdón. ¡Qué gran alimento del alma, sin duda!
Apago la luz y me duermo pensando en la época en que la Virgen se aparecía sin tener que pagar y el viento barroco venía de serie. ¡Dios! ¡Qué tiempos aquellos!

1 comentario:

L. dijo...

hola! gracias por el comentario! se te da bien esto de escribir eh, me ha gustado...
por cierto, la anterior entrada brutal, ajajajjajajjajajaajajajajaja
un besoo!