domingo, 17 de abril de 2011

Reencarnación (cuento infantil)


Hola, soy una piña y vivo con mi familia en un huerto donde me alimento de la luz de los días dorados. Mi roseta de pelo puntiagudo es la envidia de todas mis amigas y mi caparazón esconde un carácter dulzón, fresco y jugoso. La más grande de mis ambiciones es ser artista. Mi madre dice que acabaré en lo más alto de un sombrero de frutas y que seré más famosa que mis antepasados que lucieron en la cabeza de la gloriosa Carmen Miranda.

Mientras espero mi gran día, pienso en cosas superficiales como la levedad del tiempo y el movimiento de las sombras en el suelo... ¿Pero? ¿Qué está pasando? ¡¡¡Socorro!!! Un humano bípedo me recoge del suelo y me pone junto mis amigas en una caja de madera. ¡Mamáááá! El miedo me paraliza y todo se sume en una terrible oscuridad. Estoy muy asustada. ¿Qué será de mí?

Ahora estoy un sitio lleno de una luz vibrante, junto a un montón de frutas y verduras que tampoco entienden nada de lo que nos esta pasando. Algunos seres humanos nos observan, incluso nos tocan. De repente uno de ellos me coge y me introduce en una bolsa. Me transporta hasta una sala blanca, y me deja en un recipiente transparente. Los nervios aumentan mi acidez y maduro a pasos agigantados. ¿Habrá llegado el momento de coronar el sombrero de alguna diva tropical?

Al cabo de unas horas, el humano, se acerca con un extraño objeto afilado y ¡¡¡ARHHGHGHHHHHH!!!! corta de un tajo mi cresta puntiaguda. Quiero gritar pero el terror me lo impide. Quiero salir rodando pero el pánico me tiene atenazada. Pienso en mis padres, en mi vida soleada, en mis amigas, en mi infancia, cuando era una piñita inocente. Quiero irme a casa pero el hombre me da la vuelta y clava el frío objeto afilado muy dentro de mí. El dolor es terrible. Con un par de movimientos recorta mis entrañas y me parte en cuatro trozos. Ojala hubiera perdido la conciencia así no sería testigo de como me despelleja y me parte en pequeños trocitos. ¿Por qué me hace esto? Desmembrada, desordenada y echa añicos me introduce en un recipiente. Adiós mundo cruel. De pronto, las aspas de una gran hélice giran a una velocidad diabólica y me convierten en zumo viscoso.
¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRGGGGGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!
Es el fin, me muero.

Una profunda felicidad, una calma como jamás había sentido antes, invade toda la esencia de mi ser. Estoy en un túnel largo y oscuro pero a lo lejos veo una salida llena de luz.
Me acerco, flotando, y me encuentro con mis abuelos, con mi tío (el que murió de una sobredosis de fertilizantes...) ¡Me reconforta tanto de verles de nuevo! En silencio me reciben y soy feliz. La luz lo baña todo. Todo es luz. Luz.

Amanece. Un grupito de extraños seres, me observan y me sonríen. Uno de ellos, muy paternal, me susurra con cariño: "Bienvenida al mundo pequeña chirimoya." Otro ser, de aspecto maternal, me mira con amor y me dice: "¡Qué hermosura de bebé! Seguro que cuando crezcas serás más famosa que las chirimoyas que coronaban el sombrero de la gloriosa Carmen Miranda".

3 comentarios:

E dijo...

cuento de verano!!!! bravo!!!!!

i només hi ha una falta! hélice! bravo de nou!!!!

Anónimo dijo...

Interesantísimo el punto de vista.

Anónimo dijo...

Acabo de leer tu blog que hacía un par de semanas que tenía abandonado, estoy muy preocupada por ti, el diccionario sexual me sigue gustando, espero que hayas conseguido más fans a parte de yo,..... pero el cuento infantil, la piña reencarnada en chirimoya me ha dejado conmocionada, he quedado para ir a ver unos monólogos y reirme un rato porque despues de leerlo sólo podía pensar en llorar. Muy cruel esa narración tan explicita del acuchillamiento por la espalda a esa pobre piña diurética aliada absoluta de cualquier humano que este a dieta, lo peor no es la muerte cruel lo peor que le pudo pasar a esa piña es que despues de muerta la reencarnases en chirimoya una fruta cargada de azucar, que engorda y encima es fea, tiene esa textura que parece que ya la hayan pelado antes con un pela patatas y le hayan dejado los bordes de piel, si por lo menos la hubieses reencarnado en una sandia....yo siempre apostando por los happy ends...y tu jorobandome los finales.

Te lo mando por email x si luego se me olvida decirtelo....

Lili bobary

;)