sábado, 5 de septiembre de 2009

Faces

Es fácil. Pones aceite en una paella y enciendes el fuego. Te embadurnas la cara con harina, preferiblemente harina de galleta mezclada con huevo. Luego pones la cara en la paella durante unos minutos hasta que quede doradita. ¡Alehop! Eres el hombre croqueta. Las chicas se vuelven locas. Te encuentra atractivo, cool y crujiente. Todas quieren pasar la vida contigo. Algunas incluso te quieren comer la cara. Si eso ocurre, tu calavera se queda a la vista. Pero eso también mola mazo. A todo el mundo le gustan las calaveras. Ahora tu cara combina como nunca con una chaqueta de cuero negro. En las discotecas, la luz de neón resalta el fósforo de tu cráneo y nadie se atreve a llevarte la contraria. Puede que a tu padres no les guste tu nuevo look, seguro que han leído cosas muy malas sobre las calaveras, pero para ello puedes enrollarte una venda de farmacia, conjuntarla con unas bonitas ray-ban polarizadas y hablarles de un injusto accidente con un conductor borracho que se echó encima tuyo a 200km por hora. Puede que se apiaden de ti y te paguen una operación para que un médico alcohólico te injerte una careta de Mickey Mouse que te servirá para encontrar trabajo en fiestas de cumpleaños infantiles o en orgías con gente de la clase más alta de tu ciudad. No obstante, puede que a tu novia no le guste fornicar con un ratón antropomórfico y entonces tendrás que cortar con ella y buscar una chica que te quiera tal y como eres (ahora) sino siempre puedes optar por la cirugía estética para que te pongan la cara de Goofy. Ya sabes, a las chicas les vuelve locas, casi más que cuando llevabas el look croqueta.

4 comentarios:

GonzoTBA dijo...

Te aconsejo evitar las comidas pesadas antes de dormir...

Henry Write dijo...

Dormir? Comer?

S.I. dijo...

em mola el teu text-lynch

Jo Grass dijo...

Deberías promocionar la idea en las revistas de tendencias. Lo del look croqueta podría convertirse en un nuevo must de temporada, y para todos/as los que no han quedado satisfechos/as con sus retoques quirúrgicos sería como un premio para saldar cuentas con su desgracia. Al fin y al cabo tenemos el ejemplo de la duquesa octogenaria, que pasea novio entregado y bikini en la playa. Y puede que te nombren gurú en los medios, resucitando aquello de: " La belleza de la fea, la guapa la desea" o algo así.

Si te pones manos a la obra y te ofreces como conejo de indias del experimento croquetil, porfi, que no sea emulando a Goofy, que parece alelao el pobre, y yo creo que de ligar, na de na.