domingo, 13 de septiembre de 2009

Una mañana difícil. (microrelatos imposibles I )

Carlos Campos llega a la oficina quince minutos tarde con un aspecto terrible. El Jefe, indignado, requiere su presencia. Carlos acude a su despacho totalmente despeinado, con su traje arrugado y la corbata sin anudar... - Tome asiento - le dice el jefe y acto seguido empieza su discurso: - Sr. Campos, esto no puede ser. En esta empresa la puntualidad es un valor que tenemos muy en cuenta. Su aspecto deja mucho que desear. Espero que esta falta tan grave no se repita.... -
Carlos le interrumpe con un gruñido. Su Jefe le mira extrañado. Repentinamente Carlos sufre un brusco espasmo que casi le tira de la silla. - ¿Se... se encuentra usted bien? - le pregunta el Jefe asustado. Carlos no puede contestar, su garganta está bloqueada y no puede respirar pero utilizando gestos le dice a su jefe que se encuentra de maravilla; este carraspea y se dispone a seguir sin darle más importancia: - Pues lo que le decía, en esta empresa... - El siguiente espasmo de Carlos es todavía más fuerte y difícil de disimular. Carlos golpea la mesa con sus piernas y hace caer algunos objetos, un marco con la foto de la esposa del jefe, un pisapapeles con el "logo" de la empresa, un "souvenir" de la torre de Pisa... La cosa se esta yendo de madre y a Carlos le sobreviene una arcada que le deja unos eternos segundo con la boca abierta. El jefe pulsa un botón de la mesa y habla a un intercomunicador: - Teresa, puedes traer agua, es urgente.- Carlos se repone y pide excusas asfixiado. - ¿De verdad se encuentra usted mejor?- Carlos, rojo como un tomate asiente con la cabeza. Teresa la secretaria entra con una bandeja con una jarra de agua y algunos vasos. Cuando se dispone a dejarlos en la mesa, Carlos se levanta de golpe y se golpea con ella. La bandeja cae al suelo, la jarra y los vasos se rompen estrepitosamente. Carlos se apoya en la pared y con gran esfuerzo empieza a vomitar algo sólido. Su boca se abre espantosamente para dejar paso a algo enorme que sale de su cuerpo. La secretaria, asidua amante del jefe, se agarra a la espalda del jefe que la protege con su cuerpo. Carlos, entre jadeos y regurgitaciones arroja fuera de si un enorme trozo esponjoso lleno de babas. Sin aliento, Carlos se desliza por la pared hasta quedarse en el suelo agotado y avergonzado. Cuando el jefe y la secretaria se acercan a la extraña forma que Carlos ha vomitado , descubren atónitos que se trata de una almohada individual, seguramente del Ikea, con su funda de color beige y su blonda azul marino. Carlos les mira desde el suelo con los ojos llorosos y la cara enrojecida por el esfuerzo. Arrepentido y con un hilillo de voz logra decirles: "Intenté no llegar tarde.... pero fue imposible."


Inspirado en un fragmento de un guión (que no tiene nada que ver) escrito por Sergio Sánchez y J.A.Bayona.

3 comentarios:

Jo Grass dijo...

¡Qué escena más freaky! Podría ser un corto de los minis, como para el notodofilmfest. Y,balato ( bueno, con los efectos especiales de la almohada de ikea regurgitando en el estómago del pavo igual no tan balato) Anímate y ruédalo.
¿Qué traman J.A y Segio para que te inspiren estas cosas? Ay,señor!

Henry Write dijo...

A ver... preparación, story board, actores, localización, focos, camaras, permisos, efectos especiales, montaje, postproduccion y.... bah! Lo mejor de escribir es que no hay que hacer todo eso para contar una historia. ;)

Jo Grass dijo...

Precísamente por eso lo único que me apetece es escribir. Resulta tan cómodo y tan barato y, ¡no te imaginas lo que me divierte! Lástima no haberme dado cuenta antes. Si no me hubieran dado la tabarra Guillem y Tabernero no sé si estaría ahora tan contenta escribiendo mis novelitas en las noches de insomnio, jaja