miércoles, 11 de agosto de 2010

The Incredible Amazing Stories: El secreto de Sierra Madre.

El arqueólogo-escritor entra en la cripta de la antigua civilización. Ha esquivado un sinfín de trampas y peligros para llegar a este recóndito lugar. Encaja la llave de oro de siete muescas, le da siete vueltas y la puerta de la sala oculta se abre entre hierbajos y telarañas. Allí está, delante suyo, el secreto que la secta de los Protectores (a los que ha tenido que matar) ha protegido durante trillones de años. Escrito por la mano de Dios:
(música de John Williams) ¡El Libro de Instrucciones!
El arqueólogo-escritor coge el libro con prudencia entre sus manos. En su tapa, reza en latín: Instruccionum Librum. Lo abre... está escrito en muchos idiomas. Hojea por encima su contenido en español. Hay un montón de faltas, pero allí está todo: Introducción, guía rápida, puesta a punto, sentido de la vida, funciones básicas, el botón de pausa, rebobinado, fast forward, inmortalidad, solución de problemas, garantía (¡Oh! ¡La garantía!), preguntas frequentes (FAQ), teléfono del consumidor, averías, devoluciones, etc....
El arqueólogo-escritor se frota las manos. -Publicaré el libro con mi nombre. Se convertirá en un "best seller" de la noche al día. El libro de autoayuda más vendido del planeta. Seré famoso. Rico. Grande. Me llamarán el hijo de Dios.-
-¡Hijo de puta! ¡Suelta el libro!-
El escritor-arqueologo se queda frito, allí está Pablo Cohelo apuntándole con una pistola: -Dame el libro o te mato-
-Maldito místico de mierda. ¿Cómo me has encontrado?-
-Cuando alguien quiere algo el universo conspira a favor...-
Una tercera voz interrumpe la escena:- Dejaros de tonterías el libro es mío.-
-¡No puede ser! es Jorge Bucay.-
-Maldito Bucay. ¿Cómo nos has encontrado?-
-La felicidad es la certeza de no sentirse perdido...-
-Maldito farsante. Tú no eres feliz, tú eres gordo.-
-Y tú eres un... un... vaya nunca he insultado a nadie... pero os puedo contar un cuento terapéutico que...-
-¡Callaos todos! El libro es mío. Comed plomo.
(La habilidad de Bucay y Cohello para disparar deja mucho que desear y mueren tiroteados por el escritor-arqueólogo)
Jajajaja! Ahora triunfaré a mi antojo. ¡Ay! ¿Este leve pinchazo en la espalda no será que uno de los vigilantes de los Protectores, que yo pensaba que estaba muerto, se ha arrastrado hasta aquí con un cuchillo albaceteño, para matarme por la espalda?
-Pues sí.-
-¿Por qué hacéis esto? ¿Por qué priváis al mundo de tan importante descubrimiento? (muere al acabar la frase)
-Porque hemos leído el libro. (muere al acabar la frase)

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