viernes, 20 de agosto de 2010

Tempus Fugit



¿Por qué el tiempo corre más rápido en Agosto?
Está mañana me levanto lloroso, melancoholico* y con el esternón helado. Miro mi reloj y una flecha se clava en mi corazón. ¡20 de agosto! Han pasado 20 días como si nada.
Una vez, le preguntaron a Albert Einstein qué era la relatividad del tiempo. Einstein contestó que había que sentarse encima de un brasero ardiendo para darse cuenta de lo lento que podía pasar el tiempo. Eso era la relatividad.
Después de una ducha de Coca-Cola, para desincrustar tanto desasosiego, lo veo claro. No quiero que llegue Septiembre bajo ninguna circunstancia. Así que voy a parar el tiempo, como sea, cueste lo que cueste.
Cojo serrín y me lo pongo bajo mis párpados, introduzco doce chinchetas en mi ojete, me provoco unos cortes en el glande y le he añado limón, me visto con tres erizos en mis calzoncillos y siete sanguijuelas que sorben lentamente la sangre de mi cuerpo.
Espero que con eso sea suficiente. Ahora el Agosto es eterno. Febril. Inacabable. Y voy por la calle sonriéndole al sol de mi verano eterno.

*Melancoholico: Adj.Masc. Estado de tristeza y resaca provocado por la injestión masiva de alcohol.

3 comentarios:

Summertime girl dijo...

Que sepas que pienso limpiarte el serrín de los párpados con colirio, clavar las doce chinchetas en un corcho, ponerte tiritas de batman en el glande, chupar el limón, llevar a los erizos a un parquecito y soltar las sanguijuelas en el rio. Y después te obligaré a que corramos juntos de la mano por la playa. Ala.

Henry Write dijo...

Con tu comentario el amor super memo se convierte en supremo.

eclipse de luna dijo...

Me encantan tus relatos...estas haciendo que me vuelva melancoholica jaja,genial la palabra..

Besos.
Mar