Al principio no hay nada. La prehistoria. La gente se preocupa por las cosas importantes. A saber: sobrevivir y comer . Todo son problemas. Ninguna solución. No hay nada más. Sobrevivir.
En la edad media se inventan las 2D. Las imágenes son planas (dios, el pantocrátor,). Iglesias oscuras con Jesucristos reyes que te miraban a los ojos y te hacen culpable de todos los problemas de este mundo. Judeocristianismo. Algo parecido les pasa a los egipcios. Todo es plano. Los problemas están encima de las personas, se echan encima y son inevitables como la peste o la inquisición.
Pero el hombre avanza y el Renacimiento inventa la perspectiva. Un alivio. Los problemas ya no están tocando tu nariz sino que se pueden mirar de lejos sin tener que alejarte. Por fin distancia de dios, de la vida, de la muerte…. Tomar lo que vulgarmente se llama “prespectiva”. Mirar con “prespectiva”, etc… Aquello fue maravilloso. Las mentes se abren como flores. Justicia, ciencia, astrología. La vida es mas fácil si tomas distancias.
Tuvieron que pasar muchos años para llegar al siguiente avance. Un judío (contradicción) lo vio claro. Ahora ya no hay problemas encima de tuyo ni hay que alejarse… ahora las cosas son relativas. Los problemas son relativos. El follón ya no esta encima de ti ni esta lejos de ti, ni cerca, ni rápido, ni nada.. Es genial porque todo depende de cómo tu lo ves. Los problemas son relativos. También se añade el tiempo a la ecuación y ya sabemos que el tiempo lo cura todo.
Y hasta aquí es dónde ha llegado la humanidad. No esta mal.
Pero dejadme que os hable del siguiente paso. El siguiente paso después de la relatividad.
Si ahora las cosas son relativas a nosotros, entonces, ha llegado el momento de conseguir el paso definitivo de la humanidad. Se trata de que seamos nosotros quienes controlemos la realidad. Si la realidad depende de mi punto de vista. Mi punto de vista puede cambiar la realidad, ¿no? La genética, las pastillas, el diacepan, la imaginación real o la realidad virtual. Uno puede atraer o repeler las cosas y manipular su realidad con la voluntad. El mundo está creado por nuestras mentes y por lo tanto es como nosotros queramos.
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